¡Ay! Los idiomas, esos grandes desconocidos…
Hay que ver cómo ha cambiado, por un lado, la percepción que tenemos de los idiomas, y por otro, la manera de enseñarlos/aprenderlos.
Yo, como ya he dicho en otras ocasiones, soy de la época de la EGB (o Educación General Básica). En nuestro tiempo, la lengua extranjera se impartía en cursos ya avanzados (creo que mi primer libro de inglés lo tuve en 6º), y muchas veces con más ganas que conocimientos… Y antes de tener el inglés como asignatura, teníamos una serie de experimentos con otras lenguas, como el francés.
En el cole de monjas al que yo iba, recuerdo que mis primeras clases de inglés fueron en 1º o 2º de EGB (era un cole a la última). Nos llevaban, antes del recreo (la mejor hora, toda la chiquillería super-tranquila y centrada, claro) al salón de actos. Allí, en un alarde de nuevas tecnologías y modernidad, nos ponían unas diapositivas en blanco y negro, DI-BU-JA-DAS, que la hermana experta en audiovisuales tenía que coordinar con la cinta que iba sonando, que era el diálogo que los personajes de las diapositivas mantenían entre sí.
Aclaratorio: cuando hablo de diapositivas, hablo de eso, de diapositivas, con su marquito de plástico o cartón, y el dibujo en papel cebolla… no de PowerPoint, ni modernidades de esas… Era un aparato de diapositivas que tenían que ir metiendo de una en una en un carro, del revés, para que en la pantalla se vieran del derecho, y de manera manual, sacando una palanca y volviéndola a meter, nada de botones. Y el audio iba con un casette enchufado a los altavoces del escenario, en una cinta de esas que se rebobinaban con el boli bic. Todo a la última.
Pues bien, la historia (que era siempre la misma) era de unos niños que decidían gastarse sus peniques, ganados por ayudar a su madre en casa (o repartir periódicos, o pasear perros, o vender limonada, no sé, algo muy “peli americana”), en comprar bollos. Con cancioncita incluida, que por más años que han pasado, la tengo grabada a fuego: “sweet hot buns, sweet hot buns. One, a penny, two, a penny, sweet hot buns”. Los acordes ya los pasaré otro día… Que digo yo, que estos niños mucho ojo para los negocios tampoco tenían… si te vale lo mismo un bollo que dos, compra dos y haz negocios con el penny que te sobra… ¿Ves? inglés, lo que se dice inglés, igual no aprendíamos mucho, pero las ofertas del dos por uno… ¡al dedillo!
Después de ver el pase de diapositivas, primero todo seguido, y otra vez parando tras cada frase, para que todas repitiésemos lo que habían dicho al mogollón, llegaba el gran momento, en que, la monja que llevaba la sesión, salía al escenario micrófono en mano, y llamaba a la clase que le tocaba ese día: “a ver, 1º B, al escenario”. Y ahí salíamos todas las colegialas uniformadas, en ordenada fila, a subir al escenario. Y vuelta otra vez a poner la cinta (yo creo que había varias copias, una cinta no aguanta tanto sin estropearse), y tras cada frase, la repetía una alumna, esta vez individualmente, por el micrófono, para el resto del alumnado, que le hacía caso entre 0 y -1. Tal cual. Tras tus segundos de gloria, bajar del escenario (por favor, que no me caiga) y a tu butaca.
Y en la temporada que les dio por el francés, fue parecido, pero quizá no tan insistente, porque no tengo el recuerdo tan a fuego… Ni tan siquiera recuerdo la historia que hilaba; pero eso sí, el método pedagógico, el mismo.
Como he dicho antes, Inglés como asignatura empezábamos en 6º de EGB (imaginaos que empezasen hoy día con los idiomas en el último curso de primaria, es que nos parece inconcebible…). Así que, las que nos iniciábamos, hacíamos lo que podíamos, pero como en todo, pues había brecha económica: había quien, al ser de familia de “posibles” había estado yendo a una academia, por lo que ya controlaba, o incluso quien había ido una temporada a Irlanda a lo que hoy día llamamos inmersión lingüística. Para que luego digan que el dinero no te da más ventajas en el plano académico… El rico puede ser mediocre en los estudios porque siempre tendrá manera de pagarlos; el pobre tiene que ser excelente para poder optar a una beca, si “solo” es notable, no tiene nada que hacer.
Así que eso, aprendíamos igual, igualico que hoy día… En la ikastola de las txikis, inmersión en euskera desde el primer día; ya, desde infantil un poquito de inglés de manera oral, por medio de cuentos, para que les vaya sonando; en primaria, su asignatura de inglés, con métodos muy “orgánicos”, hablando antes de escribirlo, como aprendemos nuestra lengua materna; algunas asignaturas con partes en inglés, que el alumnado vive de manera super-normalizada; en secundaria, francés como optativa… Así que acaban secundaria dominando perfectamente castellano y euskera (parte del alumnado se presentan al B2 de la escuela de idiomas), con un nivel alto de inglés, y si deciden estudiar francés, con un nivel más que aceptable. Y no es nada el inglés que saben, para cómo lo pronuncian… que en nuestro tiempo al que pronunciaba bien el inglés se le collejeaba y se reían de él, “¡por gilipollas!”. Así nos fue…
Esto de ir en el coche con la radio puesta, que suene una canción en inglés y las dos enanas canten la letra, y no el “wiwichu, jau meni, in lof” que cantábamos nuestra generación a pleno pulmón cuando las oíamos… me da entre asombro y una envidia de flipar. Yo, es que me quedé más con la pronunciación del Príncipe Gitano…
Pues aún tuviste suerte con los idiomas. En la generación anterior (la mía) no había más idioma que la asignatura de “lengua castellana” . Eso sí, bien enseñada y bien aprendida. Ni una sola falta de ortografía. Y el método el mejor ( cómo se escribe el verbo ver? Respuesta; con V porque el que ve con (b) no ve. Y así un montón de ejemplos. Era lo que había.
Me he reído un montón con ests entrada 😅, que tal todo jejeje el wichi wi de las canciones…
Yo soy incapaz de saberme la letra de ninguna canción en inglés y por supuesto cantarla ni pensar jejeje
Yo tengo grabado a fuego a muzzy: I al Muzzy, Big Big Muzzy…. Menudo monstruito verde 🙈
Muzzy, big Muzzy vino después, cuando llegó el VHS al cole y consiguieron enchufarlo… jejeje