Era ayer cuando entraba en la ikastola con Hija1 de la mano, en su primer día, con tres añicos… y este año acaba DBH. Casi nada.
Es en estos momentos en los que te das cuenta del paso del tiempo, y la verdad, da un poco-bastante de vértigo, no sabría decir si del bueno o del malo, todavía lo estoy decidiendo.
Y aquí tenemos a Hija1, decidiendo qué hacer con su vida después de terminar la educación obligatoria… Decisión importante, trascendente, pero no irrevocable; eso es lo que le estamos intentando transmitir, para ayudarle a decidir y bajar un poquito la tensión reinante.
Así que, como tiene claro desde hace un tiempo que le gustaría tirar hacia Magisterio, en realidad puede estudiar la rama que más le apetezca, porque en el galimatías que es luego la Evau, las asignaturas ponderables y noséquécosasmás, Magisterio es una de las carreras (ahora grados) en las que te pondera prácticamente todo, así que va a tener la suerte de elegir las asignaturas que más le gusten y mejor se le den. Bueno, eso si solucionamos algunos problemillas que se nos han presentado a la hora de elegir instituto… Dentro hilo: ay, no, que esto no es twitter, o x, o eso…
El relato comienza un día de abril en el cual hicimos la preinscripción. Hablamos Aita y yo con Hija1 para poner un poco sobre la mesa inquietudes, preferencias y razones de un centro u otro, aunque hay que decir que esto fue previo, puesto que fuimos a las jornadas de puertas abiertas de varios institutos, por ver un poco instalaciones y testar las vibras que nos transmitían. Una vez visto, pensado y consensuado, optamos por Alaitz BHI. Centro público que imparte en euskera, con un ambiente muy majo y familiar, cerca de su anterior centro (lo cual facilita sobremanera la infraestructura familiar), con asignaturas optativas del interés de Hija1, y al que además iban a acudir más estudiantes con los que lleva compartiendo aula desde los 3 años, lo cual, sobre todo a estas edades, y dependiendo del nivel de timidez, facilita bastante el paso de un centro a otro.
Históricamente este instituto ha tenido 2 aulas para impartir un tipo especial de bachillerato (Artes Escénicas) y otras 2 para los bachilleres más clásicos, como son Ciencias y Tecnología, y Humanidades y Ciencias Sociales, siendo este último el elegido por Hija1.
Pues nada, como tenemos esta suerte, pese a los 21 alumnos seguros del propio centro (pudiendo ser 2 más), y las 30 preinscripciones externas realizadas, el Departamento de Educación del Gobierno de Navarra ha decidido que, como según unos cálculos globales que tienen (que en Alaitz BHI no se han cumplido nunca), solo el 65% de esas preinscripciones serán matrículas efectivas, pues mira, que cierra un aula, deja solo una con 33 alumnos y las 4 especialidades más clásicas revueltas como ajos y gambas (porque las de Artes Escénicas tiene que mantenerlas abiertas por narices al ser el único centro con esta especialidad en euskera), y las 20 familias restantes pues las reparte donde haya hueco. Esto puede ser la segunda opción de la preinscripción, la tercera, o vaya usted a saber… Pero desde luego no son las familias las que eligen centro, sino que es el Departamento de Educación quien decide dónde van a estudiar estos 20 jóvenes a partir del imperecedero “Pito, pito, gorgorito…”.
Todo esto ha llevado a que las familias nos movamos, claro… De los 30 preinscritos externos al centro, 28 hemos presentado un compromiso firmado de que matriculamos a nuestros hijos en Alaitz, y de los alumnos que ya están en el instituto, 21 no han presentado otra preinscripción, puesto que tenían la plaza y las optativas de su agrado en el centro, pero ahora lo de las asignaturas optativas, pues puede que sí, puede que no. Esto hace un total mínimo (repito, mínimo) de 49 matrículas efectivas, lo cual es un 96% de matriculación. A ver si va a ser que al titular del Departamento de Educación se le daban regulinchi las matemáticas…
Tras varios intentos de reunirnos con el Director de Educación, por medio de instancias e incluso personándonos en el Departamento, ha pasado totalmente de nosotros, e incluso nos ha llegado a decir que las familias (ni la apyma del centro) somos interlocutores válidos, y que a ver si nos pensamos que cada vez que una familia tenga un problema va a reunirse con ellos… Visto lo visto, está claro que no.
A todo esto, podemos imaginar que si las familias estamos de los nervios, la chavalada ni te cuento. Hasta final de este mes no se sabe en qué instituto tienen plaza, y viendo el devenir de los acontecimientos, se ven fuera del centro de su elección, con lo cual se les junta la incertidumbre, los nervios de acabar una etapa y empezar otra, la mala leche de vivir esta decisión injusta…
Así que ya vamos a la siguiente fase: concentración en la puerta del Departamento de Educación.
Para los que me leéis, si apoyáis la causa y tenéis libre el lunes 3 de junio de 12h a 13h, ahí estaremos, tras la pancarta.