Ama, ¿qué es el Banco de Alimentos?

Pues hija, es una cosa a la que espero que no tengamos que recurrir nunca, porque quiere decir que estamos bien jodidos…

Desde bien pequeñas hemos intentado inculcar en las txikis valores como la solidaridad, la ayuda al que tenemos al lado, la generosidad, y el valorar lo que tenemos. Algo bastante difícil en este mundo en que nos movemos, consumista y que se mueve al ritmo de las modas.

Esta pregunta la hizo la primera vez que fue consciente de la Gran Recogida de Alimentos. No me acuerdo ni qué edad tenía ninguna de las dos (a ambas les llamó la atención).

Cada vez que había voluntarios del Banco de Alimentos en la puerta del super o del hiper al que íbamos a comprar, cogíamos cosas para entregarles (solían ir ellas, que les hacía ilusión, y volvían con un caramelo, más contentas que contentas). Les explicamos, que hay familias que no tienen la suerte que tenemos nosotros, por no tener trabajo, o tener trabajos precarios (que les pagan poco, en su idioma), y que para que el poco dinero que les entra lo puedan usar en tener casa, agua, luz… hay organizaciones, asociaciones y entes religiosos que reciben comida de este banco, y lo reparten a quien lo necesita, o a comedores sociales…

Les impresionó; ellas, en su burbuja infantil (tenían como 4 y 6 años), no les faltaba de nada, vivían bien, tranquilas; tenían comida, sitio donde dormir, juguetes… Y darse cuenta de que había otros niños o niñas como ellas que no, les hizo pensar bastante.

Desde entonces, cuando hay recogida de alimentos, ellas colaboran, llevando como siempre la bolsa para que la empaquen, pero en alguna ocasión nos han dado parte de su paga; que vale, no es un dineral, evidentemente, pero nos quedamos con que querían aportar su granito de arena, y, en parte, les habíamos concienciado (minipunto de padres).

Para algunos puede parecer “lavaconciencias” de clase acomodada, y sería así, si nos quedásemos solo en eso. Creemos que hay que hacerles ver, y hacerles partícipes desde lo que para ellas es real. Por mucho que les hable, como hacían con nosotros de los “negritos de África”, no va a resultar tan real como un problema que tienen en la puerta de casa. Y para colaborar, pensamos que tienen que hacerlo desde algo que ellas vean tangible; ellas entregan los alimentos, pero luego tienes mil reportajes en la tele sobre cómo se entregan, o al pasar por la puerta de la parroquia del barrio lo ven. Y se trata también de hacerlo un estilo de vida; la anécdota de entregar los alimentos está bien, pero luego está el hablar en casa sobre las diferencias, las injusticias; hacer un consumo responsable; valorar lo que tenemos y nuestras oportunidades… es un trabajo del día a día.

Y es que nadie queremos vernos en la situación de tener que ir a pedir comida porque no tenemos qué poner en la mesa para nuestros hijos, pero nadie estamos libres… Es algo que se ha visto en las últimas crisis económicas gordas; y en especial en esta provocada por la pandemia.

Resulta que tienes un trabajo fijo en un restaurante/bar/cafetería que va muy bien, pero hay una pandemia mundial y hay que cerrar; ERTE (que tardan meses en pagar), deja de entrar dinero, y hay que comer.

Tienes un negocio, una tienda de barrio que va bastante bien; hay una pandemia mundial y tienes que cerrar durante mes y medio, en que no entra ni un euro a tu caja.

Y así podríamos sacar mil ejemplos, desde trabajadores de hoteles, hasta arquitectos que han tenido que cerrar su estudio o guarderías que tuvieron que cerrar durante casi 6 meses, pasando por trabajadores de fábricas.

Nadie estamos libres.

La información sobre el Banco de Alimentos está en su página web, yo os dejo la de Navarra, que es el que más cerca me cae. En ella está la historia y el cómo funcionan. Básicamente reciben alimentos de excedentes de la industria (recuperan), de productores de frutas y hortalizas, de otros bancos de alimentos, de fondos europeos y de las “Grandes Recogidas”; se hace una clasificación, y se distribuyen a entidades sociales, algunas familias, comedores sociales, residencias de ancianos y comunidades religiosas. Sólo en Navarra son beneficiarios unas 22800 personas (datos de 2019, este año se ha disparado). No distribuyen ellos directamente, sino que lo hacen a través de diferentes entidades sociales públicas y privadas.

Así que este año, que no vamos a poder llevar nuestra compra a los contenedores que colocan a la salida del super, os invito a participar en la Gran Recogida de Alimentos Online (como tantas cosas durante la pandemia).

Os dejo la página web: https://bancoalimentosnavarra.org/granrecogida2020

Gracias por leerlo, y os animo a echar un cable.

Publicado en: Post

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.