Una de las cosas que lleva la implícita la materno-paternidad es que andas soltando dinero todo el rato. Pero todo el rato. Si no es ropa, es comida (tienen la costumbre de alimentarse, por lo menos, 5 veces al día), si no material para la ikastola, o si no sección de gastos varios, donde incluimos ocio, quedadas con su cuadrillica o chucherías, así en general.
Vaya por delante que tanto Hija1 como Hija2 no han sido de pedir todo el rato; y si pedían y se les decía que no, no insistían hasta que las neuronas chocan entre sí y no sabes lo que respondes, no. Sus chuches favoritas cuando eran txikis eran los “Aspitos” (no, no es publi), que son unos gusanitos gigantes (en cada bolsa vienen tres), que consistían en maíz y aceite de girasol con una pizca de sal. No sé qué tipo de drogaína llevaban esos gusanitos, pero oiga, ¡adictas! Y con eso se conformaban, tardaron bastante en darle a las gominolas y otras “mierdas de esas”, como les llamaba mi señora madre.
Pero sí es verdad que, llegadas a una edad en que empezaban a pasar la tarde no solo en el parque sino también dando vueltas por el barrio, llegamos a un acuerdo con ellas para darles una asignación semanal. Como son de edad parecida y no tenían gastos más allá de las chuches del viernes, a través de la negociación colectiva, sin acuerdos particulares, tras mesa sectorial en la que intervinieron los distintos agentes implicados, se estipularon las tablas salariales; ambas estaban todavía en la misma categoría, que iría variando en función de la edad; en caso de actividades extraordinarias, se llegaría a un pacto puntual en el que, como siempre, nosotros acabaríamos sacando la cartera.
Esta asignación semanal ascendía a 1 eurazo por hija semanal. Bien es cierto que en caso de que quedasen con las amigas para ir al cine o alguna cosilla así, todavía íbamos con ellas, así que no tenían problema en conseguir la entrada, las palomitas y la posible cena posterior.
Conforme fueron creciendo pidieron aumento, por lo que subió la paga a 2 eurazos, así, en un alarde de generosidad. Las actividades extras seguían siendo subvencionadas por Progenitores SA, aunque ya empezaban a llevarse algo de dinerillo suyo por si extras. Dinerillo que por otro lado conseguían ahorrando de la asignación semanal, o por generosas aportaciones provenientes en su mayor medida de Amatxi&Pakillo SL y Abuelos SL.
El año pasado, que ya empezaron a salir un poco más, llegamos al acuerdo de que nosotros poníamos lo que era lo “gordo” de su salida, es decir, la comida y el cine, por ejemplo, pero si luego iban a pedorrear por ahí les tocaba apoquinar. Nos habíamos dado cuenta de que si queremos que sean responsables con los dineros y ser capaces de administrarse, les tiene que costar soltar el dinero que han conseguido ahorrando de las pagas de familiares y demás. Si siempre que piden tienen lo que quieren, no le dan valor al dinero, y eso es algo que nos preocupaba bastante.
Así que este año, ya hemos decidido pasar a la asignación mensual, para que sean ellas las que se administren todo el mes. Empezaremos con un sistema mixto, entre la asignación y los extras, pero la idea es que terminen pagándose todo ellas con el “sueldo mensual”, y que no necesiten tirar de “préstamos” en caso de comida de clase, salida al cine o yo qué se.
Y también darse cuenta de que hay veces que no se puede. Así, en crudo.
Creemos que es importante que sepan que hay que adaptarse al nivel económico que tienes, que no se puede vivir por encima de lo que manejas, y que el dinero no nace de los árboles (esto sí que es frase de madre de hijas, ¿eh?). Y que hay veces que no se pueden hacer cosas por que no tienes pasta; qué más quisiera yo que irnos de vacaciones a distintos sitios por todo lo alto, por ejemplo… pero si va y resulta que justo ese mes la furgoneta decide hacer pum y nos dejamos un dineral en repararla, pues va a ser que toca ir al pueblo, como hacíamos con nuestros padres, y oye, tan ricamente.
Y darle valor al ahorro para conseguir algo; hacer ver que las cosas no son inmediatas, como parece que es todo ahora; que llevan un proceso, a veces largo. Y que también hay que disfrutar de ese proceso y tener paciencia. No todo pueden ser contenidos flash de tiktok…
Más adelante vendrá el momento en que “ganarán” extras con tareas extras; eso sí, no con las tareas habituales de casa, eso es un mínimo de convivencia si vives en una casa con más gente, ya sea tu familia, un piso de estudiantes o una comuna hippie.
Y en estas andamos… empezaremos marzo con el nuevo sueldo… ¡A ver qué tal funciona!